Estos días según pasábamos por la Plaza de la Constitución los comentarios eran sobre poner tapas de alcantarilla como decoración (habrán costado un dineral; y ya que estamos, alguna de esas podían ponerlas por el Barrio San José que alguna calle esta sin ellas) o eso de poner piedrecitas como elemento decorativo. Sobre las piedras el comentario era algo parecido a verás como viene alguno y las usa para tirarlas a los cristales, o algo similar.
Pero no, esta mañana el tema de las piedras ya estaba solucionado. Ha sido fácil. ¡Durante la noche las piedras blancas y las marrones se han mezclado! Y por cierto, ya que estamos recordar que sabemos quien la hizo y lo que ha costado, así que podían quitar los dos barriles con el cartel que nos lo recuerda.
Suponemos que dejará de ser la Plaza de la Constitución para pasar a ser la plaza de la Construcción (bien se merecen nuestros constructores amigos del ayuntamiento un plaza) por aquello de la grava como adorno, las tapas de alcantarilla,...
Mira que estaba quedando bonita, pero es que lo de las piedras y las tapas llega al alma (o al bolsillo de los que pagan los impuestos) Podían haber puesto en lugar de tanta piedra un jardincito, a no ser que lo de las piedras sirva para que los perros de la zona lo usen como meadero.
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