En la Calle Galileo ocurre un curioso fenómeno que aunque se repite a lo largo y ancho de Salamanca no deja de sorprendernos.
Todas las mañanas al comienzo de la calle a la izquierda el aparcamiento esta ocupado por cajas verdes de plástico que te impiden aparcar. Es curioso como se multiplican las cajas para después desaparecer en cuanto llegan los camiones de carga y descarga del comercio que se encuentra situado a esa misma altura.
Y eso que no pagan por el aparcamiento privado. Es lo que tienen las cajas verdes, que se reproducen según las necesidades de aparcar de dicho establecimiento.
El segundo fenómeno es que del suelo sale grasa. Si, como lo oís. Así sin más, del suelo brota una gran capa de grasa que se mimetiza con la calle para jugarte una mala pasada con un pequeño resbalón que te rompa la espalda.
¿Tendrá todo esto algo que ver con el comercio de dicha esquina?
La Calle Galileo se reformará este año y probablemente pierda el aparcamiento en uno de sus laterales pues no es normal que apenas se pueda pasar por ella. Imagino que estos problemas acabarán desapareciendo. Por otro lado, ante una cosa así lo mejor es denunciarlo o directamente retirar las cajas si te apetece aparcar en esa plaza, pues no es propiedad de nadie.