De todos es conocido, la manía que han cogido en esta nuestra ciudad con las maravillosas rotondas. Se que este tema, da como para escribir unos cincuenta o sesenta post. Pero hoy mi intención es otra. En la inmensa crisis en la que nos movemos, hay quien se empeña en gastar luz a diestro y siniestro.
Y a que viene todo esto, pues a que a los ingenieros salmantinos se les ha olvidado el fundamento autoregulador de las rotondas. Y aunque este fundamento en muchas de ellas ha desaparecido, principalmente por su tamaño. Casi todas, tienen un factor común, unos bonitos semaforos. Y he aquí mi duda, ¿por qué ponemos unos aparatos para regular el tráfico, en una construcción, que ha sido diseñada para la autoregulación?.
Pues básicamente para confundir a todo aquel que ande un poco despistado, y para gastar luz. Por que la inmensa mayoría, no hacen más que estorbar y entorpecer el tráfico.
¿no sería más ecológico y eficiente apagar los semáforos que no se usan?, yo creo que si, y además evitaríamos despistes de los conductores, que se paran en medio de la rotonda cuando viene un coche.
miércoles, 21 de octubre de 2009